La luz es consustancial a la imagen.
Reflejada en los objetos, hace
posible que los veamos.
También tiene cualidades expresivas
y es un elemento clave en la creación del significado de una imagen
La luz crea y define las zonas de
claridad y de sombra.
Resalta y destaca ciertos
elementos de la imagen mientras oculta otros.
Hay dos clases de luz: luz natural y artificial:
La luz natural proviene
del sol (directa o indirectamente) o de velas, antorchas, hogueras...
La luz artificial proviene de lámparas, focos
y flashes.
Según el grado de dispersión
diferenciamos luz directa de luz difusa.
La luz dura es
la que procede de puntos claramente definidos, potencia las
sombras y resalta las texturas y la forma de los objetos.
Da mayor contraste a la imagen. Se utiliza para
modelar los volúmenes de los objetos, produciendo sombras. Dibujar los
contornos, mostrar las siluetas mediante contraluces.
La luz difusa es la que
procede de pantallas blancas o paredes a los que se hace dirigir la luz de
varias fuentes. Es también la luz de los días nublados. Es una luz que no
produce sombras duras .Su efecto, por lo tanto, es suavizar las imágenes,
eliminando contrastes y texturas.
Direcciones
de la luz
La luz puede provenir de muchas
direcciones. Según de donde venga los efectos producidos sobre el motivo de la
imagen serán distintos.
Luz
frontal:
se sitúa detrás de la cámara o sobre ella (flash) y enfrente del sujeto.
Tiende a aplanar las imágenes. Resalta
los colores. Reduce la apreciación de las texturas.
La luz lateral se sitúa a
un lado del sujeto. Resalta el volumen y las texturas de
los objetos. Produce sombras que
pueden ocultar detalles. Genera un mayor contraste en la imagen.
La luz cenital se sitúa
sobre el sujeto. Desfigura los rostros de las personas al producir sombras marcadas.
La luz nadir o supina se
sitúa bajo el sujeto. Añade mucho contraste y dramatismo a la imagen. También
desfigura los rostros de las personas al producir sombras marcadas.
En el contraluz, la luz se
sitúa detrás del motivo. Produce siluetas, eliminando colores y detalles del
sujeto.
(Normalmente
hay varias direcciones de luz con una predominante)
En una
obra visual la luz puede utilizarse para:
-
Llamar la atención
-
Condicionar un contenido de lectura
-
Dibujar y componer
-
Evidenciar el ritmo
-
Crear una atmósfera (serena, dramática, mística...)
-
Crear efectos dinámicos
-
Evocar significados de forma simbólica.
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